Lo de siempre. Eres uno de los bailarines en Grease (Randal Kleiser, 1978) y alguien bien relacionado, en este caso un conocídisimo empresario musical (con el que acabarás de juicios), se fija en tí y te promete una película que llevará tu carrera a lo más alto. ¿Cuál es el problema? La película es Skatetown USA (William A. Levey, 1979). Tras semejante batacazo, olvida seguir en primera línea de nada y descorcha una botella si alguien se acuerda de tí para un secundario en alguna teleserie. Al final descubres que lo más creativo que puedes hacer es ser operador de cámara y compositor (en la industria del cine porno) bajo el pseudónimo de Montel Bradford.
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