
Imagina algo parecido a esta imagen pero sin abrigo de por medio. Así se presentó Edy Williams ante la policia cuando, por orden judicial, la obligaron a abandonar la casa en la que una vez vivió con su, hasta entonces, marido Russ Meyer. No permitieron la entrada a los fotógrafos, y es una pena, porque ver esa estampa de Edy Williams, rodeada de sus pertenencias (Un perro, cuatro gatos y ¡168! bañadores), sería algo que no olvidaríamos en mucho tiempo.
(Ciné Revue, 1975)
1 comentario:
qué grande Edy y qué mal debieron pasarlo los polis jeje
Publicar un comentario